Se cagan en críticas encima de Messi y de la Argentina, encima de Brasil y de Neymar, se cagan encima de todos e ignoran que el futbol está cambiando a puños. Y nos venden ídolos que no se acercan a lo que nosotros antes conocíamos como tales, nos hacen creer que las grandes figuras argentinas y brasileñas lo son por el simple hecho de romperla medianamente en Boca o River o Corinthians o Cruzeiro y luego vuelan por millones al viejo continente a arroparse la mayoría en equipos de estrellas mundiales para convertirse aun más en íconos y referentes, cuando no son más que buenos quizás buenísimos jugadores de futbol pero están lejos de ser los ídolos y las estrellas resuelve campeonatos y juegos que creemos.
Se critica a Messi por no haber ganado la Copa América y por tantas cosas pero es que no nos damos cuenta de la real problemática. Las estrellas brasileñas y argentinas de hoy no son del tamaño que creemos y son diminutos comparados con los que les antecedieron. Messi y Neymar por supuesto cuecen aparte pero yo insisto, se creó una masa de talentos a destajo sudamericano que el mismo futbol argentino y brasileño ya no pueden sostener en ocasiones y están importando ahora jugadores y repatriando talento local consagrado.

Culpan a Messi y a Higuaín y se olvidan de Lavezzi que entró a pasearse como estrella del futbol y refugiarse en la marca del chileno desconocido todo el partido, y cuando Messi tiempista y genio le pone una pelota para que sirva a Higuaín o saque de su chistera una genialidad de esas que deben tener las estrellas del futbol moderno, ¡pum! un pasé al Pipa que más bien parecía al palo y por el que el Pipa hoy sufre en comparaciones con Batigol quien logró años antes una igual.
Y qué me dicen de los astros brasileños que triunfan en el Chelsea o el PSG o el Bayern o el Madrid y bla bla bla, Pero que a la hora de ser héroes y figuras entre ellos chocan como pinos de boliche sin sentido. Y Neymar saca su ímpetu genioso y llora y reclama y grita y provoca como nunca vimos a los brasileños. Un nuevo caso de estrellas opacas que nos quieren vender a la fuerza para sustituir a Ronaldo o a Romario o a tantos brasileños que hacían clubes campeones con su magia.

Y entonces llega el mundial o la Copa América y decimos que estos equipos están plagados de estrellas y deberían serlo por supuesto si se considera que son los 22 mejores entre los miles y miles. Sin embargo si se es analítico y se deja el morbo de lado se puede notar que Biglia y Otamendi están a millones de años luz de Ruggieri, o de Mcallister, o de Ayala, o que Banega no es ni la mínima parte de lo que fue Redondo o Passarella y si nos vemos más críticos recordamos a Sergio Goicoechea quien cuando Argentina no podía resolver en 90 minutos y alargue se ocupaba de todo y daba los títulos y las rondas y donde Romero se ha quedado lejos.
El futbol actual es muy parejo, se ha vuelto más físico y trabado. Los equipos chicos se dieron cuenta que revolver al equipo atrás 90 minutos sin buscar nada puede traer empates valiosos o triunfos absurdos. Exigimos a las potencias latinoamericanas como Brasil y Argentina salir y arrasar con todo pero ya es tan sencillo como antes. Hoy Chile demostró que con ganas y orden se pueden hacer muchas cosas, cosa que muchos deberían aprender de ellos.
Se acuchilla a Neymar y a Messi sin duda dos estrellas que pasarán a la historia. Se acuchilla a los planteles completos de estos equipos, a los técnicos se les cuestiona y se les juzga. Yo solo creo que es tiempo de dejar de creer en estrellas tan pero tan sobrevaloradas y volver a la antigua creencia de que los millones no hacen necesariamente goles.
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