lunes, 23 de marzo de 2015

¿Y TU YA VISTE A LOS THERMO?


Hace tres años se bajó el telón de la vejez, el hartazgo y la estúpida madurez, hace tres años se vino encima el peso del orgullo y la terca voluntad de escapar hacia los sitios donde los zapatos se aterrizan y olvidar donde las manos escriben sueños. Hace tres años que Thermo dejó los escenarios sin decir un adiós que nos dijera una sentencia verdadera, partieron con una maraña de dudas y de voces encontradas, de kilómetros y de silencios y souvenirs aun ardientes. Thermo se refugiaría en dos sedes: Guadalajara y México, Sueños y Realidades, y un mar de dudas y palabras que necesitarían casi los tres años para tomar un orden y enmendar las esperanzas comunes.

Apenas recuerdo el cabello de Roy en los noventas, pagaría por haber tomado una foto de esos días. Thermo se iniciaba el camino y escogían la vereda complicada para andar. Mientras todas bandas seguían la estúpida nostálgica corriente Bunburyesca, Caifanesca y Sodastereodinamica... o el ska se desparramaba a montones, ellos caminaron de la mano de las bandas de Punk sin siquiera ser tan punks. Thermo era una bocanada de rock entre punk, entre pop, entre grunge que no sería tan fácil acomodar en ningún show. En sus presentaciones iniciales los aplausos de respeto cariño e ingenuidad eran la costumbre.

Sin embargo ellos lo tenían muy claro y era abastecerse a ellos mismos con cada nota, adictos a la disciplina se alejaban de las costumbres normales de banda de rock y rechazaban el trago y el trasnochar. Consumían acordes y técnicas y reptaban en sus instrumentos y sus anhelos con un único objetivo: La música. Thermo se cansaba de a poco de esperar algo que Guadalajara nunca le iba a dar porque Guadalajara simplemente no es así. Thermo se desprendía de a poco de esta ciudad y adoptaría otras tantas para por fin explotar.

En el Dance Core EP de principios del siglo que vivimos, me invitaron a cantar una canción con ellos, la sesión en el casón de Santa Tere fue una gran experiencia. El cuarto de escasos dos metros cuadrados, las paredes blancas con telas viejas como cuarto de manicomio, las guitarras torpedeando mis oídos serán difíciles de olvidar. Aun escucho ese track que quedó en el olvido y con orgullo se lo grito al más cercano como si fuesen zapatos nuevos. Sin darme cuenta Thermo me ayudó a entender el otro lado de la música y del negocio.

Y sin más ni más los vi crecer a pasos agigantados, mientras todos los demás hacíamos intentos alocados su estrategia era por mucho más firme y más fuerte. Aquí y allá sonaba el Thermo y las miradas extrañas del público se convirtieron en turbosina potente que los hizo volar hasta Suecia para poder entender entonces que el rock no tiene límites. Y algunos estúpidos medios tapatíos jamás se enteraron de eso, ¿que más da? Acá estamos más preocupados en que piensan Sara Valenzuela y José Fors y compañía de los nuevos talentos impuestos.

Thermo logró lo que pocos, se comió el país de a poco, superó a la Guadalajara expectante, se alimentó de puntos estratégicos y se volcó abruptamente sobre el rock nacional. Lograron convertir sus inquietudes musicales de años en placas excitantes y ahora netamente valuadas y valoradas. Sin embargo la edad y los caminos se sedujeron por las dudas y Thermo se echó a dormir.

A casi tres años, recibo a principios del 2015 la llamada de Mike y de Iván y me comunican lo que los chismosos ya imaginaban. Thermo regresaría a los escenarios... Por dinero, por pasión, por terquedad, por sus huevos o por lo que quieran estos tapatíos de acero y lágrimas regresan. Aun los medios de Guadalajara siguen pendientes por saber de que color hará caca hoy José Fors como siempre pero los que sabemos y conocemos todo lo que Guadalajara ofrece y exporta al país lo celebramos. Una de nuestras mejores bandas está de vuelta y eso será un agasajo de madurez musical, ahora los chicos usan barbas enormes y las bañan con mezcal y cerveza, ahora piensan en trasnochar pero también en opinar y merecer.

Podrás decir lo que quieras de Thermo, ellos escucharon de todo en más de 15 años, positiva y negativamente, yo hoy solo puedo decir que es un placer tenerlos de vuelta y no importa realmente por cuanto tiempo sea. Viejos, Feos y Testarudos están de vuelta... ¿tú ya los viste?

viernes, 6 de marzo de 2015

ENTRE LOCOS GDL Y OCOTLÁN



Hace varios años estaba sentado en una silla estúpida de plástico en una noche fría y de hueva, en un concierto bastante apagado cuando vi a un perfecto Nerd subir al escenario y sentarse en una silla a cantar canciones de cuatrero loco. El tipo hacia diferencia con el elenco antes presentado, me gustó su seguridad y su simpleza, su sentido del humor y sobre todo la visión lírica de sus temas, llenos de amor, venganza y mucha naturaleza. Se presentó como José Miel y lo contraté para mi banda de folk punk HUGO.

Descubrí con la amistad de este tipo que no era más que un cuatrero, un ranchero inmerso en las garras de una sociedad perturbadora. Nos ahogamos en alcohol y en música. Creamos varias cosas juntos intentando sumar mi Colonia Las águilas con su Ocotlán querido y otras tantas visiones de esta ciudad. Entendí que una cabeza puede estar perdida dentro millones de sensaciones, y volar en sueños humanos y fraternales relaciones de sueños locos.

Este tipo me hizo entender que la música lo está por encima de todo, que no se necesita de un género específico para bailar, entendí la pureza del baile y la locura juntos en el escenario. Como una cápsula de adrenalina en un plato de pozole hirviendo, se cocían los pies arriba y abajo, las guitarras se despatarraban por segundos y los gritos y silbidos llamando a las vacas o a la vida para una noche perfecta. José Miel me hizo sentir que la música era para perfectos locos.

Lo regañé por desdeñar su pasado, le recordé que antes había hecho temas increibles con Remmy, su banda, su hijo, su pedazo de campo en este monstruo de ciudad. Remmy es la banda que vive de los sueños y las alegrías y locuras de este tipo y sus secuaces. Remmy es el estrecho de Bering entre Guadalajara y Ocotlán, Remmy es una cartón animado como lo fue en los ochenta, solo que esta vez sin lágrimas, pura felicidad y baile.

Me tocó ser parte de su segunda placa "Annie y la manzana verde", una hermosa obra que conjuga los colores y los matices de una banda que se quería refugiar en pedacitos de historias tiernas y aterradoras. Un juego de luz y de sombra, de personajes y ficción concentrados en la mente insaciable de los Remmy. Una placa que necesariamente debería ser más reconocida en el mundo, para mostrar la belleza de su recorrido entre Ocotlán y Guadalajara, estoy seguro que ese lugar de sueños debe existir en algún punto entre estas dos ciudades.

Ahora nos están regalando su nueva placa "Animalario", recordando un poco el trabajo de Arreola y su reflejar en animales las condiciones humanas. O como lo hizo La polla records con "Donde se habla" que con animales nuevamente construye los errores humanos y sus perversiones. Así entonces animalario se aleja de los colores y se alberga en especies distintas para demostrarnos nuevamente las locuras de los Remmy y su andar por esta ciudad y su nostálgica Ocotlán. Animalario entonces es donde los animales se convierten en humanos sentimientos y duermen en cantinas y botellas de vodka, donde residen los pecados y las virtudes de los humanos, donde las guitarras se hacen monstruos y las teclas insectos y las voces garras e instintos.

De Remmy te puedo contar mil cosas, que han tocado en un camión andando, que han tocado aquí y allá, utilizando este u otro instrumento, que han desafiado todo para cumplir sueños y locuras. Te puedo contar que sus tres placas han dejado algo profundo en mi sentir por la música. Si las bandas de Guadalajara tuviéramos la mitad de locura de lo que Remmy esconde detrás de sus cinco integrantes otras cosas sonarían y atacarán la ciudad. Necesitamos más locos en este mundo, el mundo es de los locos, el mundo es de los que piensan diferente y arriesgan hasta los calzones.

Mientras tanto hay un Animalario que te espera, para conectar ese mundo expectante entre Guadalajara maldito y Ocotlán ardiente.