martes, 22 de diciembre de 2015

EL 27 DE MI CORAZÓN


Desde la antigua zona C del Jalisco vi levantarse al número 27 del Atlas, justo en el límite del área chica como él siempre los ha buscado en su carrera. Lo vi girar la cabeza y golpear el balón con la misma para esconderla del portero y los defensas. Era el verano del 99 y disputábamos una final ante el Toluca del Cardozo histórico que eran favoritos, pero que los 20 años de vida de Rafael Marquez aun escribieron uno de los momentos más gloriosos de mi vida en el futbol. Puedo ver mil veces el video de ese gol.


Sin embargo nuestro número 27 tuvo que partir y enfundarse el 4 para hacer una carrera de éxito en las europas. Desde acá nos hizo vibrar a los que lo vimos nacer en los colores rojinegros pero ahora coleccionando trofeos internacionales y capitaneando a la selección del país. Fueron largos años de verle barrer y correr y nunca dejar de buscar ese primer poste para hacer goles. Fueron años lejos del terruño donde conquistó logros maravillosos que siempre gozamos quienes lo vimos nacer con el número 27 en Colomos.


Cuando partió el 27 y se fueron algunos de los canteranos que te rodearon se formuló la idea de que en algunos años más volverían a formarse los niños héroes de aquel mágico 1999. Honestamente siempre tuve miedo del asqueroso futbol de los billetes y sabía que no vendría Marquez a casa sin antes pasar por el América de los billetes, o el Tigres de las estrellas y peor aun con el odiado rival que también en algún momento buscó a nuestro 27. Aun así pasados los años Marquez volvió al país y los billetes hicieron lo suyo para que se fuera a un León distinto con quienes los logros continuaron.

Siempre entendí el que no volviera a casa y se fuera al León, en esos años nadie en su sano juicio que practicara el deporte profesional quería jugar a un Atlas sin dinero, sin pagos, con problemas dentro y fuera de la cancha y sobretodo al filo del abismo... el futbol es así... Aun así seguí de a poco el andar del Kaiser en las canchas mexicanas y aunque el León me importa no menos que un cacahuate garapiñado me dio gusto verlo nuevamente levantar copas.

Han pasado ya más de 15 años de la partida del 27, desde aquella noche mágica de la zona C en que mi garganta se hizo añicos. Hoy por fin nuevamente se cumplió el sueño de millones de rojinegros, volver a ver al 27 escondido en un 4 nuevamente con los colores de mi corazón. Los más ilusos reclaman tonterías, los ajenos hacen mofas, los más fieles ponen altares alrededor de Marquez, yo solo soy muy feliz de verlo nuevamente en casa.

Es un hecho que Atlas está tan lejos del campeonato como el peso del dolar, el Kaiser no es la solución a nuestros problemas, tenemos decenas de años de incertidumbre, malos manejos y contrataciones terribles que nos respaldan. Pero este año seré feliz de ver de vuelta al 27, no me importa si es para regarla, para que lo expulsen o para lo que sea, con que lo haga una vez más con esos bellos colores me conformo, con que busque ese primer poste letal.

Gracias Rafa por estar con Atlas de nueva cuenta, gracias por nunca haber pisado al club enemigo, gracias por esa noche mágica de 1999 que siempre guardaré en mi corazón.

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